martes, 28 de septiembre de 2010

Visita a Pocona. Tablón

Tablón


"Pequeño contratiempo" en mitad del camino


Moviendo las piedras



Et voilà!



Primer intento de paso


A la mañana siguiente salimos de Mizque rumbo a la última comunidad: Tablón. Cuando ya llevábamos como una hora y media de viaje...¡oh sorpresa! un montón de piedras en mitad de la carretera que nos llevaba a la comunidad. La alternativa era volver una hora e ir con el coche por el río, así que nos tuvimos que poner manos a la obra. Después de dos o tres miniavalanchas, estar a punto de partirnos la cabeza como diez veces y media hora de duro trabajo conseguimos despejar un trozo suficiente como para que pasara la camioneta... o eso creímos. Porque en el primer intento de paso se cayeron la mitad de las piedras encima del coche (aunque gracias a dios no se rompió nada) y hubo que mover las piedras, pero esta vez con el coche por medio. Después de dos intentonas más conseguimos seguir el camino.


Campo de fútbol de Tablón




Entrevistando a los comunarios


En la comunidad de Tablón volvimos a tener charla de capacitación y después de comer tuve que entrevistar a los comunarios acerca de que pensaban de los equipos. Como casi nadie habla español, tuve que hacerlas con un traductor de quechua, aunque tengo la impresión de que no entendía nada de lo que yo le decía y traducía lo que le daba la gana :) Por lo menos he aprendido dos palabras en quechua: Ari (sí) y mana (no).



Bebiendo chicha


De vuelta... Los valles de Cochabamba


A la vuelta a Cochabamba nos paramos en la casa de un comunario que nos invitó a chicha, que el mismo producía. La chicha es un licor de maíz fermentado que sabe un poco como la sidra y te la sirven en una tutuma, que es una calabaza. Antes de beber tienes que derramar un poco en el suelo, que es lo que se conoce como la ch'alla, para la pachamama. Obviamente tienes que beberte todo lo que te den, porque si no se ofenden. El hombre empezó sacando un cubo y luego tres más, porque quería que la probáramos en todos los estados de fermentación, así que, cuando vimos que íbamos a acabar vuelta al aire, dijimos que nos esperaban en Cocha y nos pusimos en ruta.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Visita a Pocona. Larimarca

Larimarca


Sopita para desayunar


Café y maíz tostado


Niños de Larimarca




Mujer revisando la tarea


Niñas jugando en el recreo





A punto de partirle el lomo al burro :)


A la mañana siguiente tocó hacer la charla en Larimarca. Para comenzar nos dieron un desayuno contundente: café, maíz tostado y sopa, y luego, ¡a la reunión! Se hablaron de los mismos temas que en Tranka, pero aquí la gente está mucho más involucrada. Como a Sergio y a mi nos presentaron como "enviados del Gobierno de Navarra", nos preguntaron como podían conseguir financiación para proyectos que tenían en mente y, claro, nos quedamos mudos. La verdad es que es admirable las ganas que tienen de progresar, de asegurar un futuro para sus hijos. Un hombre se me acercó y me dijo que allí no es como en las ciudades, que solo tienen la agricultura y la ganadería, pero que el quería que sus hijos tuvieran una buena vida. Tienen muchas ganas de progresar y muchas ideas, como construir una granja o un taller de costura e instalar un sistema de agua potable. Hace tres años construyeron un camino que les evitaba tres horas de caminata monte a través hasta la comunidad más próxima, y ahora que están conectados con el mundo no quieren que sus hijos abandonen la comunidad en busca del trabajo que allí no les pueden ofrecer. Me parece que he tenido la oportunidad de ver el germen de un pequeño pueblo, ¿quién sabe si dentro de seis o diez años Larimarca será el centro del valle?


De camino a Mizque


Después de una reunión que se alargó tres horas más de lo previsto, comimos con los comunarios y nos pusimos rumbo a Mizque, la ciudad de los 500 quitasoles, para dormir.

martes, 21 de septiembre de 2010

Visita a Pocona. Tranka

Tranka





Orden del día


Charla de capacitación. Las bolsas verdes que tienen todos en la mano son de coca para pijchar


La segunda visita a campo fue a Pocona, una zona de valles situada entre Cochabamba y Sucre. Visité tres comunidades: Tranka, Larimarca y Tablón, donde tienen instalados equipos fotovoltaicos. Esta vez la visita no fue para revisar los equipos, sino para realizar charlas de formación, o capacitación como dicen aquí. Estas charlas son para concienciar a los comunarios sobre la necesidad de ahorrar con vistas a un futuro, porque la gente del CINER ya ha acabado la etapa de seguimiento y ahora van a tener que saber manejarse con independencia. Les recomiendan que formen una cooperativa o asociación y que ingresen el dinero en el banco para poder afrontar la compra de baterías para cuando estas se agoten o realizar pequeñas reparaciones. La verdad es que las charlas eran en quechua, y yo no entendía mucho, pero la mayoría de las palabras técnicas o nuevas son en español como cooperativa, equipo o inversor, así que pude hacerme una idea general de lo que decían.


Antigua escuela de Larimarca: nuestro "hotel"


Después de la charla de capacitación, que nos llevó dos horas más de lo previsto porque a la gente aquí le encanta conversar, marchamos para Larimarca, donde era la siguiente charla. Dormimos en la antigua escuela del pueblo donde, gracias a Dios, por la noche las temperaturas no bajan de 10 grados. El recuerdo de la noche sin dormir que pasé en la anterior visita a campo debido al frío no se va borrar fácilmente de mi memoria :)

lunes, 20 de septiembre de 2010

Potosí. Mina

Viaje al centro de la tierra


Soy minero...


Vista de Potosí


Dentro de la mina "Trinidad"


Mineros empujando un carro con dos toneladas de tierra


Mineros descargando un volquete


Gerardo, desde los 12 años en la mina


A pesar de que en el Cerro Rico no queda ni una mínima parte de lo que extrajeron durante los años de la colonia, unos 15.000 mineros siguen trabajando en alguna de las 80 minas que existen en el cerro. Lo que extraen ahora es una mezcla de plomo, zinc y plata, pero de cada montón de tierra sólo es aprovechable entre un 15 y un 18%.
Como se ve en las fotos, las condiciones de trabajo no han cambiado mucho desde el s. XVII. Los mineros entran a trabajar a edades tan tempranas como los 12 años, y a los 50 ya tienen los pulmones destrozados por la silicosis y problemas en la vista. Su jornada de trabajo empieza hacia las 7 de la mañana, cuando, después de desayunar de forma contundente, se reúnen para pijchar. Pijchar es mascar la hoja de la coca, esto les da fuerza y les calma el apetito para las diez horas que se pegan en la mina sin salir. Su trabajo dentro consiste en dinamitar las paredes y cargar volquetes con dos toneladas de tierra, que tienen que arrastrar por dentro de la mina hasta que las lleven al exterior.


Efraín, nuestro guía, haciendo una ofrenda al Tío


Dentro de las muchas tradiciones que tienen, una de ellas es el Tío. A pesar de que muchos de ellos son cristianos, dentro de la mina piden protección al diablo, al tío. Dicen que si hay un Dios sobre la tierra, bajo la tierra debe mandar el diablo, y la verdad es que trabajar en esa mina es un infierno. Para pedirle protección el primer viernes de cada mes hacen la ch'alla, ofreciendo alcohol y hojas de coca.


Ingenio


Una vez afuera el material es llevado a "los ingenios", instalaciones donde separan la tierra del material aprovechable, que luego venden a otros países. Los potosinos exigen al gobierno que les pongan instalaciones para poder vender el material ya en lingotes. Pero, teniendo en cuenta que el Cerro ha sido explotado durante casi 400 años y que ahora parece un queso de gruyere, no creen que quede mucho material para sacar. Un dato: en el s. XVII las vetas de plata eran como de un metro, y ahora son como de 10 cm... no queda mucho por sacar.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Potosí

Potosí

“Soy el rico Potosí,

del mundo soy el tesoro,

soy el rey de los montes

y envidia soy de los reyes”

El Cerro Rico


La casa de la moneda




La siguiente parada en la ruta de las ciudades coloniales bolivianas fue Potosí. Dicen que en el siglo XVII Potosí era más grande que Londres o París y, aunque ahora no es más grande que Pamplona, todavía conserva parte de su esplendor colonial. Sin embargo el Cerro Rico ha dejado de producir ríos de plata y los potosinos se consideran abandonados por el gobierno y el resto del país. Se ve que es su sino sufrir.




El convento de Santa Teresa


De su pasado colonial conserva más de 80 iglesias y conventos, uno de los cuales es el de Santa Teresa, convento de monjas carmelitas de clausura. Según me explicaron, en tiempos de la colonia era un orgullo que la segunda hija de las familias pudientes (la primera era destinada a casarse) fuera aceptada en el convento, para lo cual tenía que pagar una dote equivalente a 100.000$ de ahora. Menos mal que ya no estamos en el s. XVII, porque me habría tocado encerrarme desde los quince años en un convento sin calefacción a 4000 m sobre el nivel del mar y dedicarme a rezar y cultivar papa :)



sábado, 18 de septiembre de 2010

Sucre

sucre







Aprovechando el Bicentenario de Cochabamba (14 de Septiembre), Sergio y yo decidimos marchar a conocer las ciudades de nuestros antepasados colonizadores. La primera parada fue en Sucre, la ciudad blanca. La verdad es que el nombre es merecido, porque todas las casas están encaladas, parece Córdoba. Como se puede apreciar en las fotos, la ciudad es preciosa. Parecía que a la vuelta de la esquina en cualquier momento podía aparecer un batallón de soldados del siglo XVII. Como no podía ser menos, otra vez tocó desfiles, porque era la virgen de Guadalupe. Pero la gente estaba ya cansadita de haber estado toda la noche de juerga, así que fue bastante light y fue posible patear la ciudad de arriba a abajo sin ningún problema. Veredicto: pequeña pero preciosa.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Los desfiles

Los desfiles











Los desfiles, o las entradas, como le llaman aquí, son el centro de todas las fiestas en Bolivia. Consisten en grupos de gente, pueden ser 10 o 500, vestidos con trajes populares y bailando al son de la música de aquí. Los de aquí se pegan prácticamente todo el año esperando a que llegue una entrada para pegarse horas viendo a gente bailar. La entrada más espectacular es la de la Virgen de Urkupiña, el 15 de Agosto, con cientos de grupos de todo el país desfilando. Al principio te parece sorprendente, luego te aburres de ver siempre lo mismo, pero una vez que te sabes los bailes, esperas que llegue el grupo que baila tu favorito: morenada, caporal, tinku... El mío es el Tinku, porque es el más auténtico, con la gente vestida con trajes del altiplano de muchísimos colores y bailando al son de flautas y charangos. Aunque aprender Tinku estaría bien creo que la salsa sería más útil, así que empiezo ¡mañana! acordaos de mi y de mi falta de sentido del ritmo :)

jueves, 2 de septiembre de 2010

El mercado


El mercado de tiquipaya











Una de las mejores cosas de Bolivia es lo de ir a hacer la compra al mercado. Deambulas de un lado a otro oyendo como te llaman desde todos los puestos: "¿Qué se va a servir caserita?" y preguntas los precios. La fruta es baratísima y riquísima. Por 8 pesos (menos de 1 Euro) te venden 25 mandarinas, y de buen tamaño! y por 5 te dan 25 plátanos. A base de experiencia he aprendido las medidas de aquí: resulta que una cuartilla no es un cuarto de kilo, sino como un kilo y medio. Esto lo aprendí después de pedir una cuartilla de zanahorias y tener luego zanahorias como para un mes :) Lo que todavía no he comprado es carne...creo que por razones obvias.

Lo de La Cancha es otro mundo. Es el mercado de Cocha y se extiende por una superficie como de todo lo viejo de Pamplona. Puedes encontrar de todo: desde unas gafas falsas hasta el último modelo de televisión de pantalla plana. El problema es que una vez que ves algo parece prácticamente imposible volverlo a encontrar, se ve que todavía no puedo llamarme cochala.