día tres: Caminando por la vía
Caminando por la orilla del río
Cruzando el río (de nuevo) en una barquilla
Primera vista de Macchu Picchu (el monte)
Descansando después de comer
Vista del monte Macchu Picchu
Aguas Calientes
El último día de camino antes de llegar a Macchu Picchu fue por la orilla de un río hasta llegar a una central hidroeléctrica que podría abastecer a medio Perú. Luego caminamos al lado de la vía del tren en mitad de la selva. Desde ahí pude ver por primera vez Macchu Picchu, o más bien el monte sobre el que está construida la ciudad, porque desde abajo no se puede ver nada. No sorprende que no descubrieran la ciudad hasta 1911, porque, aparte de que estaría cubierta de maleza, el encanto del sitio reside en que no se ve hasta que no estás en la puerta. Después de caminar casi todo el día, llegamos a la que sería nuestra última parada: Aguas Calientes. Al día siguiente tocaba...¡Macchu Picchu!
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